Este albergue de peregrinos es el antiguo hospital de San Juan, o también conocido como “Mesón de los franceses”, su antigüedad ha permitido dejar en él, huellas imborrables desde la Edad Media.
Cabe pensar que el edificio original fue levantado en los siglos XIII o XIV. Antiguamente se denominaba a este edificio mesón de los franceses, y parece que estaba relacionado con un antiguo monasterio situado en la manzana de enfrente, que posteriormente fue el palacio del prelado burgalés, antiguo señor de la villa.
El actual edificio donde se ubica el albergue de peregrinos es el resultado de la repoblación de Hontanas durante el siglo XVIII, cuando se pretendió que existiese un hospital para pobres y peregrinos en esta población que aumentase así la importancia del pueblo.
Este edificio, el actual albergue de peregrinos y antiguo hospital de San Juan, presenta una fachada principal tras la que se esconde una portada gótica, que podría ser una de las entradas con las que contaba la primitiva estructura muraria medieval de la villa. Gracias a la rehabilitación se han podido encontrar y descubrir restos arqueológicos tales como silos para guardar el grano, muy típicos en la arquitectura vernácula de Castilla durante la edad media. Estos silos se pueden visitar ya que se encuentran acristalados para este fin.
El hospital de San Juan fue utilizado hasta los años 80 del pasado siglo XX, cuando su estado ruinoso provocó la caída de la cubierta y el desmoronamiento de parte la fachada trasera y de algún forjado.
La adecuación como albergue de peregrinos ha permitido poner en valor este antiguo edificio y sacar a la luz elementos que habían quedado ocultos tras las sucesivas remodelaciones que sufrió a lo largo de los siglos, tal es el caso de la fachada que acompañada a la portada gótica, los silos de grano medievales, y suelo empedrado del antiguo edificio medieval.
La adecuación como albergue de peregrinos, ha tubo como operación más significativa la creación de un patio interior cubierto, delante de la portada gótica. Se dejaron vistos, bajo un suelo de cristal, los restos del pavimento y las bocas de los silos que se hallaron en las excavación arqueológica. La portada se ha liberado del muro lateral que la cerraba, rehaciendo el último tramo de la escalera exterior.
Se reinventaron los espacios, adaptándolos a su nuevo uso como albergue, por ejemplo el antiguo espacio del zaguán se ha convertido en la recepción a los peregrinos.
La actuación en este edificio histórico respeta la organización arquitectónica anterior, los elementos constructivos fundamentales, las cubiertas, los forjados y los muros de carga. Se trata de una actuación que pretende dar valor al edificio anterior, dejando que los muros cuenten la historia de los cientos de peregrinos que han pasado la noche entre sus paredes.